Elio: la escena de horror que nadie esperaba en una película de Pixar

Elio: la escena de horror que nadie esperaba en una película de Pixar

ALERTA DE SPOILER: Este artículo contiene spoilers de ELIO

¿Es esta la escena más perturbadora jamás creada por Pixar?

Elio, la nueva película de Disney y Pixar, llegó a los cines prometiendo ciencia ficción emotiva y aventuras cósmicas para toda la familia. Sin embargo, uno de los momentos más comentados no proviene del humor ni de la ternura... sino del terror corporal. Sí, leíste bien: Pixar se atreve a cruzar el umbral del miedo en una secuencia tan inesperada como memorable.

Dirigida por Domee Shi y Madeline Sharafian, Elio homenajea no solo al sci-fi clásico, sino también a los elementos más oscuros del género. Uno de los puntos altos de esta arriesgada propuesta se encuentra en la trama del clon de Elio, una subtrama que se convierte, inesperadamente, en un guiño directo al terror espacial.


Del homenaje a la ciencia ficción al horror corporal inesperado

La historia comienza cuando un clon de Elio es enviado a la Tierra por el Couniverso para reemplazar temporalmente al verdadero protagonista, mientras este se embarca en su viaje intergaláctico. Este clon se comporta como el hijo perfecto: cocina, se muestra desinteresado por los extraterrestres y nunca se mete en problemas. Pero ¿qué pasa cuando esa perfección comienza a levantar sospechas?

La tía Olga, interpretada por Zoe Saldaña, no tarda en notar algo extraño. ¿Elio... cocinando? ¿Ignorando todo lo alienígena? Algo no cuadra. Como si estuviera saliendo directamente de La invasión de los ladrones de cuerpos, la tía decide investigar, dando lugar a situaciones que equilibran comedia familiar y tensión sci-fi.

Cuando el clon finalmente confiesa su verdadera identidad y se une a Olga para rescatar al verdadero Elio, el espectador podría suponer que su destino será benevolente. Después de todo, estamos viendo una película de Pixar. ¿Habrá un emotivo final con dos Elios? ¿Volverá el clon al espacio? ¿Se fundirán en un abrazo universal?

Nada de eso ocurre.

¿Es esta la escena más perturbadora jamás creada por Pixar?

Un giro oscuro y grotesco digno de R.L. Stine

El clímax se desata cuando el verdadero Elio necesita infiltrarse en una base donde se encuentra el personaje Glordon. Como parte del plan, el clon se ofrece como distracción… sacrificándose. Aquí es donde Pixar sorprende al espectador con una escena que parece sacada de una película de horror corporal.

En lugar de desvanecerse suavemente, el clon comienza a temblar, derretirse y convertirse en una masa gelatinosa. Todo con sonidos viscosos, ojos hinchados y huesos crujiendo. Mientras se proyecta como una sombra roja, los soldados observan horrorizados cómo este niño espeluznante se aproxima, gimiendo por ayuda. En segundos, el clon cae sobre ellos, derritiéndose por completo en una escena que combina horror y ternura con una elegancia escalofriante.

¿Exagerado? Quizás. ¿Efectivo? Totalmente. Este momento, aunque absurdo, remite a las historias de terror juvenil tipo Pesadillas o incluso a clásicos de John Carpenter o Steven Spielberg. Se trata, sin duda, del momento más grotesco en la historia de Pixar, y aún así... completamente apropiado en su contexto.


¿Un nuevo camino para Pixar?: El regreso del terror familiar

La secuencia no es gratuita ni arbitraria. Pixar lleva al espectador, en especial al infantil, por un viaje emocional que también incluye el miedo como emoción legítima. Es un recurso que durante décadas fue parte del ADN de los cuentos de hadas, el folclore y el cine infantil de los 80 y 90.

Películas como Jurassic Park incluían escenas inolvidables, como la del raptor en la cocina, que marcaron generaciones. Este tipo de momentos enseñan a los más pequeños a lidiar con lo desconocido. Pixar, al incluir una escena así en Elio, parece decir: “Sí, se puede asustar sin traumar”.

Entonces, ¿debería Pixar explorar más el horror en sus futuras películas? ¿Una versión oscura de los cuentos de hadas? ¿Una antología animada de terror infantil con música de Michael Giacchino? No suena tan descabellado.

Como señala el clímax de esta escena, el clon Elio no muere en vano. Su sacrificio tiene sentido narrativo, emocional y estético. Y lo más importante: se queda en la memoria. Eso, en un mundo de contenido fugaz, ya es un triunfo.


Un momento que inspira a nuevas generaciones

Elio puede haber tenido un arranque modesto en taquilla, pero su valor como obra no se mide solo en números. Con una voz fresca, decisiones narrativas atrevidas y un guiño honesto al sci-fi clásico, esta película podría convertirse en un clásico de culto para los niños de esta generación.

La escena del clon resume lo mejor del cine de iniciación: emoción, extrañeza, valentía y un poco de miedo. Pixar ha demostrado que puede tocar lo grotesco sin perder la magia. Si este es el inicio de una nueva etapa para el estudio, bienvenida sea.

Elio ya está disponible en cines. ¿Estás listo para ver a Pixar abrazar lo espeluznante?

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